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un ecosistema de humedal en plena dehesa extremeña
guía de aves
Muy cerca de Torrejoncillo e inmerso entre dehesas de gran valor tanto paisajístico como medioambiental se encuentra joya natural del municipio: el Embalse de Portaje. Este se encuentra enmarcada dentro del área de influencia de la “ZEPA Canchos de Ramiro y Ladronera”, tratándose de un lugar de gran valor ornitológico. En su entorno se puede disfrutar a lo largo del ciclo anual de más de 150 especies de aves, presentando su visita atractivos durante cualquiera de las estaciones.
En el periodo de invernada, cuando cientos de aves provenientes del norte de Europa llegan hasta aquí para pasar el invierno en unas condiciones más favorables, destacan la presencia de especies como el ánsar común (más de un centenar de ejemplares cada invernada), la gaviota reidora (forma en el embalse dormideros de varios cientos de individuos), rapaces como el esmerejón, el gavilán o el milano real, limícolas (como correlimos común y menudo, agachadizas común y chica o avefrías) y anátidas (en el embalse invernan cientos de ánades azulones, ánades frisos y patos cuchara, con presencia a lo largo de la invernada de otras especies interesantes como porrones moñudo y europeo o ánades silbón y rabudo). En los últimos años se ha comenzado a observar la presencia de grullas, aunque de forma casi testimonial.
Durante el período reproductor estival, el atractivo del embalse se encuentra en la colonia de ardeidos situada en una pequeña isla frente al observatorio de aves ubicado en una de las colas del embalse. Esta colonia alberga varias decenas de nidos de garza real y garceta común, junto con algunos nidos de garcilla bueyera, espátula y martinete. Amén de los numerosos nidos de cigüeña blanca que se encuentran repartidos sobre los restos de encinas que quedaron sepultados por las aguas. Muy recomendable asistir entre mediados de abril y mediados de junio, cuando la colonia está en todo su esplendor y las aves no paran de entrar y salir para alimentar a sus pollos. Además, en las cercanas dehesas crían especies muy interesantes como el águila calzada, el milano negro o el busardo ratonero. Mención aparte merece el milano negro, el cual tras haber terminado la reproducción forma cada tarde dormideros comunales en la cola del embalse de más de 100 individuos.
Pero no toda la riqueza ornitológica de Torrejoncillo se resume al entorno del embalse, sino que las dehesas y olivares del entorno de Torrejoncillo así como su propio casco urbano también nos brindan oportunidades para observar especies de gran valor ornitológico.
Así, la Iglesia de San Andrés (declarada también como Bien de Interés Cultural) alberga durante la época reproductora varias parejas de cigüeña blanca y cernícalo primilla. Además, basta con levantar la vista hacia el cielo mientras caminamos por sus alrededores para poder observar varias especies de hirundínidos (golondrina común y aviones común y roquero) y vencejos (tanto pálido como común).
Las dehesas y olivares nos ofrecen oportunidades para observar especies tan características de la avifauna ibérica durante el periodo estival como el alcaudón común o el águila calzada. Además, durante el invierno acogen gran cantidad de paseriformes migratorios, destacando especies como los zorzales común y alirrojo. Así mismo, es posible observar parejas reproductoras de búho real y alimoche común en las cercanías de la Represa del Encín, colindando con dehesas de gran valor.
Por último, el término municipal de Torrejoncillo se extiende hasta las vegas del río Alagón, donde es posible observar también un considerable número de especies (desde las asociadas a los sistemas agrarios a las asociadas a la vegetación de ribera o las masas de agua). Entre estas especies destacan el chotacabras cuellirrojo o la codorniz común (asociadas a las zonas de cultivo) o el avetorillo o la garza imperial (estas en el propio entorno del río).
Pero no van a ser solo aves con lo que se puede encontrar en el entorno del embalse, además se pueden observar mamíferos tan emblemáticos y esquivos como la nutria o la garduña, pudiendo además disfrutar del espectáculo sonoro de la berrea durante los primeros instantes del otoño. En cuanto a reptiles, si se presta atención y se tiene paciencia, en las dehesas puede observarse el lagarto ocelado, así como varias especies de culebras.
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Las épocas donde diversidad de especies de nuestra reserva aviaria es mayor, son los pasos pre-nupcial (febrero-marzo) y post-nupcial (agosto-septiembre), cuando pasan por aquí varias especies de limícolas (cigüeñuelas, varias especies de correlimos y archibebes, avocetas, etc.), rapaces (águila pescadora, abejero europeo, aguilucho cenizo, etc.), anátidas (porrones europeo y pardo, ánade rabudo, etc.), láridos (gaviotas reidora, sombría y patiamarilla), larolimícolas (como el amenazado fumarel común), paseriformes (collalba gris, papamoscas gris y cerrojillo, tarabilla norteña, etc.) y otras especies tan interesantes como el morito, la cigüeña negra o la espátula (se pueden observar grupos migratorios con picos de hasta un centenar de individuos en el caso de esta última).
'Pringona',
la cigüeña más molona
Para impulsar y dar más visibilidad a nuestro humedal, el ayuntamiento de Torrejoncillo ha elegido a 'Pringona', como mascota oficial.
Representa la imagen de una cigüeña, tan característica de nuestro entorno urbano y rural, cacterizada y customizada para cada ocasión. Un proyecto que además, pretende hacer una labor pedagógica con las nuevas generaciones, haciendoles partícipes de nuestro entorno y de su riqueza ecológica, artística, gastronómica, cultural y tradicional.
Manual de uso de imagen de la mascota.